Con la cantidad inabarcable de información que hay actualmente alojada en la red, y el extra que se genera cada día de manera incesante, no es de extrañar que el internauta se sature con el exceso de datos. Recibir correos, newsletters, promociones, anuncios y notificaciones se ha convertido en una rutina, y por ese motivo el usuario ha adquirido un comportamiento selectivo. La información recibida se acaba perdiendo por su parecido, porque todo se queda en lo mismo, sin generar un contenido especial a partir de una estrategia más precisa. Así, la diferencia se ha convertido en el caballo de batalla de muchas empresas para atrapar al usuario, y esa diferencia pasa por las promociones ecommerce personalizadas, destinadas únicamente a esa persona.
Actualmente es difícil mantener a un consumidor si no te diriges a él de una manera personalizada. Entre tanta marca, el usuario busca sentir el calor de una empresa que se preocupe por él y que le brinde lo que quiere o podría querer. Los consumidores de comercio electrónico se han convertido en seres prácticos que no dan rodeos, sino que van directamente al grano.
El asunto de las promociones no siempre se ha visto con buenos ojos, ya que suele implicar una bajada temporal de precios, pero es evidente que esta estrategia es necesaria para mantener la fortaleza de nuestro ecommerce. Y la razón es muy sencilla: es esencial atraer al cliente, y los buenos precios son los mejores aliados. Es innegable que la rapidez y comodidad de Internet permiten viajar con facilidad de una web a otra para buscar la mejor opción; en este caso, el precio siempre inclina la balanza hacia un lado u otro.
Además, las promociones benefician a la marca en otros aspectos:
Teniendo en cuenta los múltiples beneficios de las promociones, ¿qué pasaría si estas estuvieran destinadas a cada cliente de manera personalizada?
Algunas empresas todavía no lo saben, pero conocer al cliente o al potencial cliente es clave en un negocio. Y es aquí donde entra en juego la personalización del contenido, incluso dentro de una marca amplia. Si una compañía tiene varias áreas, no puede dirigir todas ellas a un mismo público, sino detectar qué contenido es el más adecuado para cada persona. Aquí entra en juego la edad, el estilo de vida, el momento vital, etc., y siempre es importante tenerlo en cuenta para lanzar campañas. Las promociones genéricas no impactan, sino que se pierden en la amalgama de correos y demás soportes sin destacar.
Para captar al cliente y poder conocerlo, antes es necesario recopilar sus datos. Para ello, existen diferentes técnicas, pero la recogida de emails en establecimientos físicos o a través de suscripciones son dos de las mejores. También funcionan bien las encuestas y las promociones, pero siempre es importante mantener cierta distancia, es decir, no invadir la privacidad con preguntas incómodas, tan solo conocer los datos relevantes. Una vez se obtenga la información y exista una interacción del usuario en Internet, será más fácil saber cómo dirigirse a él. A partir de aquí, es necesario segmentar para saber cómo dirigirse a cada cliente.
Una vez establecido el tipo de cliente al que dirigirse, es preciso diseñar una estrategia que le atraiga. El uso de un determinado lenguaje es vital para que se sienta comprendido, para que considere que esa empresa puede darle lo que quiere; aquí es importante usar una jerga determinada o una forma de expresarse que comulgue con el público objetivo. En este contexto también entra el tono del mensaje, la llamada de atención, el número de palabras, el formato (concursos, rebajas…), el uso de emoticones o imágenes, incluso la introducción de música. Y, por supuesto, es clave el canal de emisión, porque no es lo mismo dirigirse a un adolescente que a una persona de 70 años: las redes sociales, las webs e incluso la publicidad offline tienen poder para penetrar en el ecommerce, pero es capital averiguar a quién dedicarle cada plataforma.
Cuando el usuario se pone en el centro no basta con ofrecerle un buen producto: hay que entregarle el más adecuado. Y existen varios ejemplos de promoción personalizada en ecommerce para conseguir ese match entre negocio y consumidor:
Estas promociones personalizadas se consiguen conociendo a los consumidores y apostando por la omnicanalidad de los negocios para unificar todas las plataformas y modelos de la marca. Así, el usuario se siente comprendido y arropado, y llega a la conclusión de que la empresa le conoce y sabe lo que quiere. Napse Impulse ayuda a enlazar todos estos procesos para facilitar la vida tanto a usuarios como profesionales, y a implementar promociones personalizadas a todos los niveles. Una forma perfecta de conseguir ventas y fidelizar.