Pese al aumento del comercio online de los últimos años, el retail físico sigue siendo el principal canal de ventas.
Por varios motivos, las tiendas físicas siguen siendo clave para las marcas, en diversos casos logran definirse como el principal canal. Esto puede suceder tanto por cuestiones relacionadas a las ventas, al marketing o al posicionamiento, entre otras.
En consecuencia, subestimar el negocio físico no es el camino recomendable. Cierto es que la pandemia mundial potenció el comercio electrónico, brindándole nuevas herramientas a los clientes, quienes en algunos casos tuvieron que adaptarse, con mayor o menor facilidad.
En ese sentido, a aquellas generaciones que temían por la seguridad de las transacciones no les quedó otra opción que confiar en los nuevos medios de pago tomando los recaudos necesarios; acostumbrarse a comprar artículos sin probarlos y a relegar el dinero en efectivo de cara a la virtualidad.
Todo el universo tecnológico se vio beneficiado ante ese cambio en el status quo.
Sin embargo, que las poblaciones del mundo hayan adquirido estos conocimientos y adoptado las nuevas herramientas de compra online no significa que la vía digital vaya a ser la única elegida por los consumidores.
El miedo que nació en el período de cuarentena se fue disipando con el correr de los meses y salir de compras de a poco fue convirtiéndose en un evento en sí mismo.
Tan solo comenzar a transitar el exterior pasó a ser una novedad, los ciudadanos de todas las latitudes notaron lo importante y lo necesaria que es la vida social y la interacción interpersonal.
Además, algunas cuestiones siguen latentes, como la seguridad que sienten algunas generaciones al comprar en vivo y en directo frente a la inseguridad que les genera la compra online; o tocando y probando el producto deseado, con un vendedor que los asesore y, en algunos casos, que los impulse a realizar la compra.
Si analizamos las estadísticas actuales sobre el comportamiento de los consumidores, claro está que las ventas online han aumentado considerablemente y se superan año tras año.
Los nuevos hábitos de compra son bien claros, el sector de ventas online está creciendo a pasos agigantados. México, por ejemplo, es uno de los países donde más aumentó el comercio electrónico: en 2019, creció 35%; en 2020, creció 81% debido a la pandemia, y en 2021, un 27%.
Sin embargo, la porción de transacciones offline sigue siendo muy grande como para dejar de considerarla. Además, como mencionamos al comienzo de la entrada, los ciudadanos han salido de nuevo a comprar al negocio físico en busca de la experiencia en sí misma.
Ante esto, es cada vez más necesario contar con un software de gestión para tiendas físicas que se pueda adaptar al contexto actual del retail.
Jason Spero, vicepresidente global de Soluciones de Performance de Google, apenas finalizado la peor etapa de la pandemia, afirmó que “los retailers de todos los tamaños están descubriendo que maximizar su presencia en línea puede ayudarlos a llegar a clientes potenciales que desean realizar compras en persona. Vincular las experiencias de venta minorista físicas y digitales es más importante que nunca”.
Y aseguró que “las investigaciones prevén que el 78% de las compras se seguirán realizando en tiendas físicas para el año 2024”.
Contar con una tienda física es importante en varios sentidos. La omnicanalidad que toda empresa debe buscar pierde un aliado fundamental sin este canal de venta.
Pero, a la vez, los empresarios tienen en claro que la estructura organizacional que implica mantener un local comercial es desgastante sin el respaldo de un aliado experto en tecnología que brinde soluciones para retail físico con softwares de gestión para tiendas.
Veamos las razones por las cuales la tienda física sigue siendo fundamental, aún en estos tiempos de gran crecimiento del comercio electrónico:
Estadísticamente hablando, mientras más canales haya disponibles para los clientes, más posibilidades de venta habrá. Asimismo, como ya hemos visto, existen casos de consumidores que tienen el hábito de comprar en la tienda física pero habiendo llegado desde vías digitales. O, al revés, compran online después de haber visto y tocado el producto.
Por otra parte, la venta offline sigue siendo el lugar predilecto para gran parte de los compradores.
Hay consumidores que siguen prefiriendo no brindar sus datos financieros a un teléfono móvil o a un ordenador. Es más, algunos hasta siguen eligiendo pagar en la tienda física con dinero en efectivo.
Otro aspecto relacionado a la seguridad, es que el cliente sabe que el local está en un lugar físico, que se puede entrar, tocar, ver los productos y hablar con los empleados.
Algunos consumidores sienten que el retail físico es un respaldo de todo lo que figura online, y pueden desconfiar de las empresas que no cuentan con un local en la vía pública.
Existen muchos casos de clientes que no cambiarían nunca el trato personalizado que sólo puede obtenerse en una tienda física.
Además, sucede que los bot conversacionales, pese a que han alcanzado un desarrollo admirable en estos últimos años, aún en muchos casos no satisfacen las expectativas de los usuarios.
Este es uno de los puntos más importantes de las razones por las cuales las empresas deciden contar entre sus canales con una tienda física.
Estar en los grandes centros comerciales, paseos de compra y shoppings posiciona a la marca permitiéndole escalar hacia el top of mind.
El lugar físico es también una manera de demostrar lo que la empresa representa a nivel identitario, estéticamente, su cultura y valores.
Por el momento, las ventas a través de canales fuera de línea siguen siendo las que dominan el mercado.
Pese a esto, cada vez más empresas deciden lanzarse al mercado sólo de manera digital. Sin embargo, esta es una alternativa elegida por el alto costo que implica una estructura tangible.
Aquéllas empresas retail 100% online que logran el éxito, indefectiblemente terminan abriendo sucursales físicas.
Ante esto, todo retailer debe contar con un software de gestión para tiendas físicas que le asegure que todos los procesos se unificarán en un mismo programa logrando una administración centralizada, facilitando la conversión de experiencias en resultados, y automatizando de forma eficiente los procesos de ventas.
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