La transformación digital y el ecommerce en particular son procesos ineludibles hoy en día. En el contexto de la pandemia, quedó demostrado que las personas adquirieron nuevos hábitos de consumo y las organizaciones debieron lanzarse en favor de la transformación digital y explorar las características del comercio electrónico. La tienda virtual es clave para acceder a diferentes mercados sin contar necesariamente con una gran infraestructura.
La forma de conectarse a la red y a las compras digitales viene creciendo a pasos agigantados junto con el desarrollo de formas de pago por medios electrónicos. Con tantos avances en las plataformas de comercio electrónico, la forma de emprender un negocio también se acomoda a esta nueva realidad, pero en la que los condimentos necesarios son la creatividad y la solución innovadora que ofrezcan experiencias únicas al consumidor.
El ecommerce implica una transacción a través de los medios electrónicos. Sin una propuesta de valor, el ecommerce pasa inadvertido o no llega a ser eficiente, por eso es tan importante entender las herramientas digitales con las que se pueden crear plataformas ecommerce y aprovechar las ventajas del comercio electrónico.
En definitiva, podemos definir el ecommerce como el intercambio de productos y servicios a través de canales digitales, ya sea una tienda online, una plataforma ecommerce o las redes sociales como Facebook. El mundo digital indica que las tiendas físicas van a convivir con las virtuales. Existen canales de venta online que conviven con las tiendas tradicionales y existen las tiendas que solo venden por internet y no cuentan con un punto de venta físico.
En función del modelo de negocio o el público destinatario, hay diferentes tipos de ecommerce. La tienda online es el formato más sencillo que consiste en una versión digital de la tienda tradicional. Un marketplace es una plataforma que alberga a varios vendedores. Otro modelo es la afiliación, cuando se recurre a terceros que promocionan los productos o servicios a cambio de una comisión, y por último, la membresía, que busca que el consumidor contrate una suscripción a contenidos digitales o productos de compra recurrente.
Existen soluciones digitales que se adaptan a las distintas fases de un ecommerce, con características y ventajas que contemplan el uso, el volumen de transacciones o los módulos que se pueden ir agregando para personalizar la plataforma ecommerce, adecuada al tipo de negocio. También hay modelos orientados a grandes marcas con herramientas múltiples de gestión de clientes.
El proceso que aumenta la demanda de productos a través de canales online exige que la interacción con los diferentes canales se unifique para mejorar la experiencia del cliente y conocer sobre sus preferencias y gustos. Las empresas deben coordinar todas las etapas para que no se dupliquen esfuerzos y se mantenga la eficiencia del negocio. De modo que la omnicanalidad es la estrategia de gestión que va ganando terreno en las tendencias del consumo masivo para acercarse a los consumidores y clientes.
El perfil de un profesional del sector de comercio electrónico abarca muchas habilidades y competencias relacionadas con la logística y la capacidad analítica como factores clave dentro de las soluciones digitales. Es muy difícil llevar con éxito una tienda virtual y ser competitivo sin los conocimientos necesarios sobre gestión y negociación. Repasemos algunos conceptos específicos para tercerizar el servicio:
La tercerización de la solución de ecommerce incide directamente en la gestión del negocio. La tecnología y los lenguajes que utilizan las herramientas digitales sumado a los niveles de seguridad necesarios en los soportes requieren de alta especialización para la integración en el ecosistema de gestión. En Napse Commerce tenemos soluciones a medida para lanzar un negocio online que garantice la estabilidad y el crecimiento de tu empresa.