7 claves para elegir un software para la integración de medios de pago

El comercio online sigue en alza, más todavía desde la pandemia del COVID-19: aporta comodidad y, sobre todo, seguridad. Así, nos encontramos en una nueva era del ecommerce, una segunda fase que ha disparado la demanda y, como consecuencia, ha generado mayor tráfico en las transacciones y comunicaciones. 

En el mercado existen diferentes plataformas de pago, pero el avance imparable del comercio electrónico obliga a dar un paso más para controlar la gestión de cada negocio. En este sentido, la integración de pagos se ha convertido en una de las banderas del ecommerce, necesaria para todas las marcas que buscan agilizar la gestión y minimizar la complejidad de los procesos. Y Napse VTOL es uno de los productos que, dentro de este sistema de integración, ofrece servicios únicos.

¿Cómo es tu negocio?

A la hora de seleccionar un buen software que integre los pagos en tu negocio, es de vital importancia conocer las características de este, pues no todos los sistemas se adaptan de la misma forma o cubren las mismas necesidades. Sobre todo, el programa escogido debe integrar con la plataforma del ecommerce, conseguir que ese matrimonio técnico tenga sentido y no provoque fisuras en el funcionamiento general del sistema. Para conseguir esta unión, debería bastar con plugins o APIs que complementen las carencias y permitan alcanzar todos los objetivos. 

¿Cómo son tus clientes?

La compatibilidad dentro del propio negocio es clave para el correcto funcionamiento, pero la relación con los clientes debe ser, si cabe, más sana: sin ellos, ningún sistema de pago tiene sentido. Así, teniendo en cuenta la inseguridad que sigue generando la compra online en ciertos sectores poblacionales, es de vital importancia transmitir confianza, simplicidad y claridad. 

Un software adecuado es aquel que facilita la vida al usuario y presenta la información de manera clara e intuitiva, sin doblez. Cuanto menos tenga que hacer el cliente y más transparente sea la plataforma, mucho mejor. Y a la hora de elegir ese sistema, es crucial poder confiar y, sobre todo, ponerse en la piel del cliente: ¿entenderá los procesos?, ¿tendrá dudas durante las transacciones?, ¿repetiría la experiencia? Teniendo en cuenta que su dinero está en juego, ningún usuario querrá medias tintas en este sentido. 

Tecnología y servicios

Siendo conscientes de las facilidades tecnológicas que ofrecen muchas marcas, no deberíamos esperar menos de un sistema que maneja algo tan delicado como los pagos. Asimismo, el software ideal debe proporcionar seguridad tecnológica, así como resolución de dudas y cercanía con sus clientes.

Innovación y rapidez

La sofisticación de los teléfonos móviles y las tablets obliga a las empresas a estar al día en materia de usabilidad. Las personas pasan mucho tiempo fuera de casa y no siempre tienen una computadora a mano, por lo que el software elegido debe cubrir las necesidades del cliente final en su día a día, independientemente del lugar en el que se encuentre. Y, además de adaptar la visualización de cada aplicación o sistema a un smartphone, también debe facilitar diferentes formas de pago para completar las transacciones con el uso de su dispositivo. Es capital brindarle sencillez y eliminar procesos para que apenas tenga que moverse durante sus compras.

En este apartado tecnológico, la velocidad es una de las características más importantes. Y a la hora de comprar online, el usuario necesita rapidez sin que se vea mermada su seguridad. Siguiendo esta línea, el negocio debe valorar si contratar un software que mueva rápidamente el dinero, sin retenciones, o si prefiere mantenerlo en la plataforma de pago durante el tiempo que estime oportuno. Lo importante, en este caso, es encontrar el equilibrio entre lo que es mejor para el cliente y para el negocio. 

Internacionalización

Como hemos resaltado, el lugar y el momento no deben interferir a la hora de disfrutar del comercio electrónico con todas las garantías. Y dentro de la globalización imperante, es lógico suponer que los usuarios de nuestro negocio procedan de varios países o tengan relaciones estrechas con otros lugares del mundo. Por ello, en primer lugar, el sistema de integración de pagos elegido debería posibilitar un gran número de idiomas, con el objetivo de alcanzar la mayor cantidad de usuarios posible, sin límites; en segundo, es clave la inclusión de la multimoneda, es decir, aceptar diferentes divisas para realizar pagos y facilitar transacciones sin importar el lugar de procedencia, residencia o estadía.

Comisiones

La palabra comisión parece maldita, pero, en ocasiones, el sistema que las incorpora en su modus operandi ofrece ventajas a cambio. Además, cada uno de estos programas tiene sus propios costes. Así pues, es importante estudiar todos estos puntos para descubrir si compensa asumir estas comisiones o, por el contrario, no merece la pena pagar de más. En este contexto, la confianza que brinda el software es un factor determinante a la hora de elegir.

Atención al cliente

La atención al cliente es uno de los servicios más antiguos de las empresas, sobre todo en las grandes plataformas, y, lejos de rebajar su influencia, ha crecido su importancia con Internet. Así, el software de integración de pagos que buscamos debería incidir en esa cuestión y abrazar las nuevas vías de comunicación con los clientes. De esta forma, se asegura una atención al cliente omnicanal que siempre soluciona las dudas y problemas al consumidor desde cualquier lugar y en cualquier momento. 

En las entrañas de Internet, los sistemas y procesos se sofistican y evolucionan a gran velocidad, por lo que también se complejizan según pasa el tiempo. Con este panorama, la gestión integral se presenta como una solución vital que beneficia tanto a clientes como a plataformas. Una forma excelente de aunar procedimientos tan complejos como los pagos, que siempre han demandado un extra de seguridad y claridad por parte de los consumidores. Con soluciones como Napse VTOL no solo se solventa esta parte, sino que crece la fidelización y se potencia la imagen de marca.